Dioses domésticos romanos.

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Los Dioses domésticos romanos,  relacionados con el hogar eran:

Los Penates o Lares
Eran los dioses del hogar, genios protectores de cada casa y custodios de la familia. Se cree que su culto había sido introducido por el héroe troyano Eneas.
Se representaban bajo la figura de muñecos o estatuillas de plata, bronce, marfil, madera o cera. En la cabaña del pobre estaban colocadas detrás de la puerta o junto al hogar. En casa de los ricos ocupaban una capilla llamada lararia y un esclavo estaba consagrado a su servicio.
Se les ofrecía vino, frutas y coronas de violetas, mirto y romero. En su honor se quemaban perfumes y ante sus imágenes se suspendían lámparas encendidas.
Nada de importancia se decidía en la familia sin haber consultado antes a los Penates. Pero si la familia sentía que era objeto de la adversidad se vengaban en ellos; los azotaban, los mutilaban y los arrojaban por la ventana.

Genio
Divinidad de griegos y romanos, regía el nacimiento de cada mortal y vivía con él en el curso de su vida. Conocía sus pensamientos y le guiaba. Cada hombre tenía dos Genios, uno lo inclinaba al bien y el otro al mal. Cada país, cada provincia, cada ciudad, cada casa tenía su Genio particular.
Cada individuo celebraba el día de su nacimiento ofreciendo sacrificios a su Genio en forma de vino, flores, frutas e incenso, pero sin que jamás la sangre de las víctimas se derramara en su altar.
Al Genio bueno se le representa como un joven coronado de flores que lleva un cuerno de la abundancia. El Genio malo es un viejo con barba espesa y pelo corto, que lleva en la mano un buho, tenido por ave de mal agüero

Himeneo
Hijo se Venus, presidía los desposorios y las fiestas nupciales. El día de las nupcias se entonaban himnos a su nombre y al ofrecerle sacrificios se retiraban con cuidado la hiel de la entrañas y se arrojaban lejos como buen augurio para la futura paz doméstica.
Se le representa como un joven bien vestido, coronado de flores y sosteniendo en la mano derecha una antorcha.

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Los Manes
Es el nombre que los romanos daban a las almas de los muertos. Eran como divinidades protectoras que habitaban junto a los sepulcros. Se les ofrecían plegarias, libaciones y les inmolaban una oveja negra. El ciprés, árbol fúnebre, les estaba especialmente consagrado.
Con frecuencia se confunde a los Manes con los Lares y con los Lemures. Los Lemures o Larvas son una especie de fantasmas, espectros o duendes que asustaban a los mortales. El medio más seguro para ahuyentarlos era arrojarles habas o quemarlas, porque les causaba un aversión insoportable. Sin embargo, los Lemures eran propicios y los Larvas malhechores.

Pluto
Era el dios de la riqueza. Era ciego así que distribuía sus bienes sin criterio. (no confundir con Plutón el rey del Hades).
Se le representa como un anciano que lleva una bolsa en la mano.

Como
Era el dios de los banquetes, de la alegría y de las danzas nocturnas. «Como» va ordinariamente asociado a «Momo» dios de los chistes, la burla y las palabras alegres.
A «Como» se le representa como un joven coronado de rosas, grueso, colorado y sin apenas poder sostener su pesada cabeza. Con una mano se apoya en una lanza de cazador y con la otra sostiene con descuido una antorcha invertida.
A Momo se le representa con un gorro de cascabeles, en una mano una careta y en la otra una muñeca, símbolo de la locura.

Nota
Es fácil advertir la gran influencia de estos ritos menores en lo que será después el Catolicismo. Tanto en la gran cantidad de santos para cualquier eventualidad a ejemplo de los Penates, como el Ángel de la Guarda en el Genio.

Fuente: Marga Rosique
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Bibliografía. Mitología griega y romana . J. Humbert. Editorial Gustavo Gilí.

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